Donald Trump prometió durante su campaña un auge energético bajo el lema “drill, baby, drill” (“perforar, cariño, perforar”). Sin embargo, la realidad del sector petrolero estadounidense va en sentido contrario: la caída de los precios del crudo y los aranceles al acero y aluminio han frenado la extracción y forzado despidos masivos.

La petrolera ConocoPhillips anunció que recortará hasta una cuarta parte de su plantilla —unos 3.250 trabajadores—, mientras que Chevron ya había adelantado la eliminación de 9.000 puestos.

Precios bajos, costos altos

En lo que va de año, el precio del barril ha caído con fuerza y la Administración de Información de Energía (EIA) proyecta que rondará los 50 dólares a inicios de 2026, lejos de los 68 dólares de agosto de 2025.

El desplome está vinculado a l

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