Ha llegado el día y el desenlace ha sido el esperado. Este miércoles por la tarde, el Congreso de los Diputados ha votado las enmiendas a la totalidad de PP, Vox y Junts contra el proyecto de ley que buscaba reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales . La suma de sus 177 diputados, mayoría absoluta, ha bastado para devolver la iniciativa al Ejecutivo y obligar a Yolanda Díaz a empezar de cero con una de sus medidas estrella.
El golpe político es evidente: el proyecto no solo era un símbolo de la vicepresidenta segunda, sino también la bandera con la que Sumar pretendía marcar diferencias dentro del Gobierno de coalición. Sin embargo, la falta de acuerdo con Junts ha convertido la sesión en un nuevo ejemplo de la fragilidad de las alianzas parlamentarias que sostienen al Ejecuti