A quién escucha Esteban

Amante del principio de que no hay publicidad mala, que se hable bien o mal de ti, pero que se hable, el gobernador de Durango en esas anda metido, y aunque en los medios no quisiéramos hablar de él, se empecina de ir de traspié en traspié, resbalones y gazapos verbales para que se hable de él en los medios y las redes, bien o mal, pero que se hable de él.

Esa teoría la puso de manifiesto en enero pasado cuando protagonizó un momento vergonzoso con la presidenta Claudia Sheinbaum al sujetarla de los brazos a la fuerza. Las imágenes del momento se hicieron virales y se difundieron en medios impresos y digitales, pero en vez de sentirse apenado por su actitud misógina y ofrecer una disculpa, salió con su batea de babas de que “así nos saludamos en el norte” (¿?), qu

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