En el intrincado tablero de la política argentina, donde las lealtades se deshacen como arena entre los dedos y las ambiciones se traman en susurros, el mileísmo enfrenta su momento de mayor fragilidad.
La estrepitosa derrota en Buenos Aires, con La Libertad Avanza (LLA) desplomada al 34% frente al 47% de Fuerza Patria, no fue un simple revés electoral: fue el sismo que dejó al desnudo las fracturas de un movimiento en ebullición, orquestado desde las sombras por Santiago Caputo, el arquitecto de la victoria de 2023.
Fuentes del círculo íntimo del poder confirman que esta "revolución libertaria" empieza a deslizarse sigilosamente hacia un horizonte que no necesariamente incluye a Javier Milei como faro, tejiendo un relevo para 2027 si el presidente no corrige el rumbo, mientras voceros