El gobierno de China expresó su descontento ante una nueva política migratoria de Estados Unidos que amenaza con retirar visas a personas vinculadas al Partido Comunista Chino o sus aliados.
Según las autoridades chinas, esta medida tiene fines políticos y busca intimidar a quienes mantienen relaciones con China , incluso si no tienen vínculos directos con el gobierno.
Las tensiones crecieron cuando Washington anunció que aplicaría un “control más estricto” sobre la emisión de visas a ciudadanos de países que colaboren con Beijing en ciertas áreas tecnológicas y militares.
China respondió diciendo que esto representa una falta de respeto y una interferencia en sus asuntos internos, y acusó a EE.UU. de querer limitar su influencia global.
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