“No estaba muy entusiasmado” e incluso se mostraba “muy descontento”. El presidente estadunidense Donald Trump no sabía muy bien qué postura diplomática adoptar tras los ataques israelíes perpetrados el martes 9 de septiembre contra los responsables de Hamás instalados en Qatar.

En una rara crítica a su aliado israelí, el republicano lamentó un bombardeo “que no sirve ni a los objetivos de Israel ni a los de Estados Unidos”. Pero Karoline Leavitt, portavoz del presidente estadunidense, se apresuró a matizar que “eliminar a Hamás es un objetivo loable”. Ningún líder de Hamás murió en el bombardeo, según el movimiento islamista palestino.

¿Medida de represalia?

Este miércoles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le dijo al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que su dec

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