A veces la historia se escribe con honores y, a veces, con errores que se vuelven hazañas. Juan, Juanito para la familia y Juanelo para los “compas”, nació en Tepic el 22 de febrero de 1827. Tenía veinte, sólo veinte años de edad, la misma edad en la que hoy los jóvenes debaten si contestan el mensaje de WhatsApp o lo dejan en visto; él, en cambio, se echó una batalla al hombro.

Cuando llegó al Castillo de Chapultepec y le dijeron… “¡Hay pleito!” … como buen paisano no se rajó y estuvo dispuesto a pelear. No traía “estrellitas” de cadete en la solapa; era soldado del Batallón de Hidalgo y, por consiguiente, voluntario de la Guardia Nacional. Unos dicen que arribó ocho días antes de la batalla contra los norteamericanos; otros, cinco. Pero el detalle es que estaba ahí.

El 13 de septiembre

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