Asiduos lectores a esta columna de opinión, coincidieron ayer en hacerme ver el trato cauto brindado a los señalamientos surgidos contra Alfonso Durazo Chávez en el noticiario de Carlos Loret de Mola, en Latinus, por su presunta sociedad en empresas inmobiliarias con Fernando Farías Laguna, contralmirante de la Secretaría de Marina acusado de encabezar una red de huachicol fiscal con millonarias ganancias ilícitas, hoy prófugo, pero con un amparo bajo el brazo para evitar ser detenido.

Una querida amiga, textualmente me escribió: “haces bien amigo, por cuestión de seguridad, en el Encuadre Marino, no mencionar que de alguna manera, este tema salpica a un hijo de nuestro gobernador”.

Mi respuesta fue que prefería que los señalados dieran el primer paso, porque en apego al manual personal

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