La inspectora de Hacienda que investiga el caso de fraude fiscal de Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, ha revelado detalles preocupantes sobre el uso de "facturas falsas" para disminuir su carga tributaria. La investigación comenzó tras detectar un notable aumento de ingresos en 2020, coincidiendo con la compraventa de material sanitario durante la pandemia, mientras que la tributación de ese año fue sorprendentemente baja.
En una declaración ante la jueza Inmaculada Iglesias, la inspectora M.U. expuso que entre mayo de 2022 y enero de 2024, se identificaron 15 facturas falsas que suman un valor de 1,1 millones de euros, lo que resultó en una presunta defraudación a la Agencia Tributaria de 350.910 euros. La investigación se centró en el Impuesto de Sociedades de la consultora sanitaria Maxwell Cremona, vinculada a González Amador, donde se observó un incremento de ingresos de 375.000 euros en 2019 a 2,33 millones en 2020, mientras que la tributación disminuyó.
La inspectora destacó que, a pesar del aumento de ingresos, la tributación no se correspondía con la realidad. En 2020, se solicitó información sobre contratos y se identificó una factura de 620.000 euros emitida por MKE Manufacturing, una empresa agrícola del empresario mexicano Maximiliano Niederer. La inspectora afirmó que esta factura era falsa, ya que no se prestaron los servicios correspondientes.
González Amador, tras varios intentos de Hacienda por verificar la factura, admitió que no se había pagado y que el servicio no se había realizado, lo que llevó a la anulación de la factura. La inspectora concluyó que esta regularización se realizó solo después de que la Agencia Tributaria comenzara a investigar, lo que sugiere que la factura fue utilizada para reducir la carga fiscal de manera fraudulenta. La investigación continúa en curso.