Un verdadero milagro futbolístico se cristalizó el pasado martes en Bolivia . La Selección local debía vencer a Brasil y esperar que Venezuela perdiera el invicto en Maturín contra una ya clasificada Colombia para superarla en la tabla accediendo al repechaje mundialista. Los astros terminaron alineándose generando la alegría deportiva más grande en más de tres décadas del país.

La Verde defendió con uñas y dientes la ventaja conseguida sobre el final del primer tiempo gracias al gol de penal de Miguel Terceros mientras prestaba atención a cómo los Cafeteros pulverizaban la ilusión Vinotinto con una goleada inesperada de 6 a 3. Al momento de la culminación de los encuentros la algarabía en El Alto fue total por sentir la cercanía de disputar una Copa del Mundo tras su última participa

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