TOKIO (AP) — Con un intercambio de miradas desafiantes, seguido por un empujón con ambas manos y luego el intercambio de palabras que vino después, Noah Lyles y Kenny Bednarek dejaron servicio el escenario para lo que podría ser la mejor rivalidad en el sprint de las últimas décadas.

Su próximo enfrentamiento: el campeonato mundial de atletismo en Tokio.

Ya sea que se trate simplemente de una dosis de fanfarronería o si realmente hay algo que enfada a dos de los mejores velocistas del mundo, el altercado después de la victoria de Lyles en los 200 metros del campeonato de Estados Unidos del mes pasado ofrece algo atractivo para un deporte que lucha por capturar la imaginación del mundo como lo hizo en la era de Usain Bolt y antes.

El campeonato mundial comienza el sábado cuando el atletismo levanta su telón en Tokio por primera vez desde los Juegos Olímpicos de 2021 marcados por el COVID.

El punto culminante podría ser muy bien el esperado enfrentamiento del 19 de septiembre en la final de los 200 entre Lyles, el tres veces campeón mundial defensor de la distancia, y Bednarek, quien ha superado a un Lyles mermado en la carrera en los últimos dos Juegos Olímpicos.

Desde ese empujón, Bednarek ha dicho que él y Lyles han discutido las cosas a puerta cerrada y "todo está resuelto".

Pero las declaraciones de Bednarek, el medallista olímpico de plata de 26 años tras la carrera del 4 de agosto en Oregón, sigue haciendo ruido.

"Fue un comportamiento antideportivo (frase obscena) y no lidio con eso", dijo. "Es un factor de respeto. Le gané la última vez que lo vencí, eso es todo lo que puedo decir. Le voy a ganar en la próxima. Eso es todo lo que importa".

Lyles y Bednarek también están entre los favoritos en los 100 metros, donde Lyles acude como reinante campeón mundial y olímpico. Otro candidato en ambas carreras es el botsuano Letsile Tebogo, el campeón olímpico de los 200 que calificó a Lyles como "arrogante" después de vencerlo en París.

"Sólo mis piernas hablan", dijo Tebogo esta semana durante una aparición como embajador global para un programa infantil de World Athletics.

El jamaicano Kishane Thompson, quien perdió ante Lyles por apenas cinco centésimas de segundo en los Juegos de París el año pasado, también tercia para subir a lo más alto del podio. Ganó en agosto, la única vez que él, Lyles y Bednarek coincidieron en la pista juntos este año, y tiene el mejor tiempo del mundo este año: 9.75 segundos.

Otro jamaicano, Oblique Seville, ha vencido a Lyles las dos veces que han competido este año.

Como siempre, todas las miradas en los 100 metros femeninos estarán en Sha’Carri Richardson, aunque es poco probable que repita como campeona mundial.

La favorita es Melissa Jefferson-Wooden, compañera de entrenamiento de Richardson que está invicta en los 100 metros este año y tiene el mejor tiempo de la temporada de 10.65 segundos. Recientemente venció a Richardson por 32 centésimas en Bruselas.

La campeona olímpica Julien Alfred, de Santa Lucía, también es una contendiente.

Richardson fue noticia en el campeonato nacional, detenida por violencia doméstica tras un altercado en el aeropuerto de Seattle con su novio, Christian Coleman.

Coleman no presentó cargos y Richardson expresó su arrepentimiento en las redes sociales. Mientras tanto, en un año plagado de lesiones, no logró clasificarse para los 200 metros, donde ganó una medalla de bronce en el mundial de 2023.

Prácticamente cada vez que Faith Kipyegon pisa la pista, la keniana apunta a establecer un récord, o hacer historia, o ambos.

En junio, se quedó a seis segundos en su muy publicitado intento respaldado por Nike de convertirse en la primera mujer en romper la barrera de los cuatro minutos en la milla.

Pero menos de dos semanas después, regresó y rompió su propio récord (por segunda vez) en los 1.500 metros, con un registro de 3 minutos y 48.68 segundos en el Prefontaine Classic.

"Es una mentalidad", dijo Kipyegon. "Si lo tienes establecido en tu mente que quiero lograr este objetivo y hacer esto, entonces todo se trata de la mente. Y también de la preparación y la visión".

Kipyegon buscará defender su título en los 1.500 y 5.000 metros en Tokio. No ha competido en una distancia mayor a 3.000 metros este año.

Desde que rompió por primera vez el récord mundial del salto con pértiga en 2020, Mondo Duplantis ha superado su propia marca 12 veces, cada vez por un centímetro.

Cuando lo rompe en pruebas importantes, como los mundiales, Duplantis gana un bono de 100.000 dólares de World Athletics, además de incentivos de su compañía de calzado Puma.

No tiene razón para superar más de .01 sobre su marca anterior, y cuando estableció su última marca, 6.29 metros en una competencia el mes pasado en Budapest, Puma envió un tuit ingenioso: "Por favor, danos un descanso".

Es un método que imita a Sergei Bubka, el mejor saltador con pértiga de una generación anterior que rompió su propio récord 13 veces en los años 80 y 90, con la mayoría de esas marcas solo un centímetro más alto que la anterior.

El calor es sofocante en Tokio esta semana, y el pronóstico indica más de lo mismo.

En una medida que World Athletics insiste mitigará las condiciones, aunque las temperaturas mínimas cada día estarán por encima de los 70 grados superiores (alrededor de 25 Celsius), los organizadores adelantaron las marchas (sábado) y los maratones (domingo y lunes) 30 minutos para comenzar a las 7:30 de la mañana hora local.

Es lo más reciente de una larga serie de problemas relacionados con el clima para este deporte.

—Cuando los Juegos Olímpicos estuvieron en Tokio hace cuatro años, los organizadores tuvieron que trasladar ambos maratones a Sapporo, en el norte, donde hacía más fresco.

—En 2019, con el Mundial de Doha, Qatar, los maratones arrancaron a medianoche.

—Este año, el mundial quedó al final del calendario de atletismo con la esperanza de que el clima fuera menos sofocante en Tokio en septiembre que en agosto. No hay sido.

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