Felipe VI estaba muy unido a su familia, pero para poder mantener la corona a flote ha tenido que separarse de ellos, uno de los momentos más duros de su carrera como monarca. Él siempre se negó en rotundo, pero Letizia le hizo ver que la situación era insostenible, y que primero era la corona y los de casa, que el resto. Como primera medida, el rey tuvo que obligar a Juan Carlos I a abdicar para coger las riendas del trono. Con ello, también retiró las funciones institucionales a sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, y el sueldo que percibían de los Presupuestos Generales del Estado. Unos años más tarde, como las polémicas del emérito no cesaban, no le quedó más remedio que exiliarle a los Emiratos Árabes, un destino que eligió en su momento el marido de la reina Sofía. Fue la

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