Los rizos tienen un encanto único: cada hebra se enrosca a su manera y crea un estilo propio que transmite autenticidad. Hay ondas suaves, rulos definidos, espirales cerrados o melenas afro, y todas tienen algo en común: necesitan un cuidado específico para mantenerse saludables y con un crecimiento constante.

Los rizos tienden a resecarse más que el liso porque la forma en espiral dificulta que los aceites naturales recorran toda la fibra. Por eso, hidratar es fundamental. Una alimentación rica en proteínas, vitaminas del grupo B y minerales como el zinc también colabora a que las ondas se fortalezcan desde adentro.

Un truco natural que cada vez gana más popularidad entre las beauty lovers que tienen rizos es el uso de aceites ligeros, como el de ricino o romero, aplicados con m

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