El debate sobre el estado de la ciudad de València ha tenido un extensísimo bloque central copado por 45 entidades sociales, récord histórico, que han empleado más de tres horas en detallar, con mirada microscópica, los problemas más acuciantes de la ciudad. Desde la federación de asociaciones vecinales hasta una veintena de estas, pasando por la federación sindical del taxi, el el sindicato Intersindical o la coordinadora de oenegés, prácticamente todas han coincidido en identificar la falta de acceso a la vivienda como la gran deuda actual de València.
La presidenta de la federación vecinal de València, María José Broseta, ha diagnosticado bien los males que no han aparecido durante la también extensa introducción de la alcaldesa María José Catalá. Broseta ha dicho que la situación de l