Imagina que llegas al aeropuerto con el tiempo justo, hay cola en el control y, cuando por fin alcanzas la puerta, ya está cerrada.

El vuelo se te ha escapado por minutos. Asumes que el dinero del billete está perdido y te vas a casa con esa sensación amarga.

Lo que casi nadie cuenta es que, aunque la tarifa no sea reembolsable, suele haber una parte del precio que sí puedes intentar recuperar: las tasas e impuestos del tramo que no llegaste a volar.

Uso del aeropuerto

Cuando compras un billete, no solo pagas la “tarifa” de la aerolínea. En el total también se incluyen conceptos que dependen del uso real del aeropuerto y de servicios de seguridad o navegación. Si no llegas a subir al avión, esos importes —o una parte de ellos— no se “consumen”.

Por eso, muchas compañías admit

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