Como si se tratara de la entrada forzada a un teatro en ruinas, así lucen hoy dos de los peajes de la autopista Medellín–Bogotá. Desde hace una semana, los transportadores levantaron las talanqueras ubicadas en Cocorná y Puerto Triunfo en señal de protesta, mientras esperan una respuesta de Invías para intervenir de manera integral el tramo El Santuario–Caño Alegre: 140 kilómetros minados de huecos, grietas y deslizamientos.
El 27 de julio del año pasado, EL COLOMBIANO hizo un recorrido por esta vía, luego de un accidente que cobró la vida de dos personas por culpa de un hueco. En ese momento se contabilizaron más de 100 fallas viales de grandes proporciones, los cuales eran de alto riesgo para la accidentalidad, tanto de carros como de motocicletas, haciéndola intransitable.
Aunque dura