Cada vez que los humanos cortan, queman o destruyen partes de la selva amazónica, están enfermando a las personas.
Es una idea con la que los pueblos indígenas han vivido durante miles de años. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Communications Earth & Environment añade evidencia científica que la respalda, al encontrar que la incidencia de varias enfermedades disminuyó en áreas donde se reservó el bosque para los pueblos indígenas que lo mantenían en buenas condiciones.
La cumbre climática de las Naciones Unidas tendrá lugar en Brasil en noviembre, y los autores del estudio y expertos externos señalan que la investigación destaca lo que está en juego para el mundo mientras los negociadores intentan abordar el cambio climático. Belém, la ciudad que será la sede de la conferen