En una industria que suele fabricar historias paralelas al talento, Felipe Botello se presenta distinto: con los pies en la tierra, la mirada limpia y un discurso que va de frente: “Yo conozco a Ángela Aguilar y te puedo asegurar que no es como la pintan”, dice con firmeza, mientras recuerda cómo la vida lo llevó de San Luis Potosí a la Ciudad de México en 2001, con un equipaje lleno de canciones que beben de la nostalgia y el romanticismo.
Hoy, esas melodías lo colocan en el radar internacional gracias a Abrázame, tema que interpreta con Ángela Aguilar y que compite en los Premios Juventud.
Las redes sociales han sido escenario de rumores que lo vincularon sentimentalmente con la hija menor de Pepe Aguilar. Al respecto aclara: “No, no hubo nada. Lo nuestro fue música, respeto, amistad