El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido declarado culpable por un panel del Supremo Tribunal Federal de intentar un golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022. Cuatro de los cinco jueces del panel votaron a favor de la condena, lo que marca un hito en la historia política del país. Este fallo podría intensificar las divisiones políticas en Brasil y provocar una respuesta del gobierno de Estados Unidos.

Bolsonaro, quien gobernó Brasil entre 2019 y 2022, enfrenta cinco cargos. La jueza Cármen Lúcia, quien fue una de las últimas en emitir su voto, afirmó que las pruebas presentadas por la Procuraduría General demostraron que Bolsonaro era "el instigador, el líder de una organización que orquestó todos los movimientos posibles para mantener o tomar el poder". Por su parte, el juez Luiz Fux discrepó y votó a favor de la absolución del expresidente.

La sentencia aún está por determinarse, pero podría resultar en décadas de prisión para Bolsonaro, quien actualmente se encuentra bajo arresto domiciliario. Sus abogados han anunciado que apelarán el veredicto ante el pleno del tribunal, que cuenta con 11 jueces. Bolsonaro, de 70 años, ha negado cualquier delito y no ha asistido a las audiencias del tribunal.

El juicio ha polarizado a la sociedad brasileña, con manifestaciones tanto a favor como en contra del exmandatario. Algunos de sus seguidores argumentan que está siendo víctima de una persecución política. El legislador Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente, ha solicitado una amnistía para su padre a través del Congreso, afirmando que "es hora de hacer nada menos que lo correcto, lo justo".

La condena ha atraído la atención internacional, especialmente de Estados Unidos. El expresidente Donald Trump expresó su descontento con el fallo, calificándolo de "muy malo para Brasil" y defendiendo a Bolsonaro como un líder "sobresaliente". Observadores advierten que este caso podría llevar a nuevas sanciones por parte de Estados Unidos, lo que complicaría aún más las relaciones diplomáticas entre ambos países.

El juez Alexandre de Moraes, quien supervisa el caso, ha calificado a Bolsonaro como el líder de un complot golpista y de una organización criminal. La situación sigue evolucionando, y el futuro político de Bolsonaro pende de un hilo.