El ala oeste de la Casa Blanca está tan trillada como origen de citas que no hace falta haberla visto para captarlas. «Let Barlet be Barlet» («Dejen a Barlet ser Barlet») hace referencia al episodio decimonoveno.

El resumen vendría a ser que el presidente encarnado por Martin Sheen debería ser él mismo a la hora de plantear sus políticas, porque intentar quedar bien con todo el mundo está teniendo resultados contraproducentes en las encuestas que se publican. Su influencia ha sido tal que hay hasta una consultora española –be Barlet– que ha tomado su nombre de ahí.

Extrapolarlo a la política real no es tan fácil. Requiere, primero, traducir bien el concepto a cada dirigente al que se quiera aplicar. En la ficción se trataba de apostar por la osadía y los puntos más ideológicos del progra

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