Chus Neira 12 SEPT 2025 4:09 Actualizada 12 SEPT 2025 4:02

En la esquina de una de las casetas de la plaza Porlier el más veterano de las fiestas –cacharro de plástico en mano– maldecía el poco ambiente: " Empezar San Mateo de jueves es un sindiós, por eso llueve" . Apostaba que hoy, viernes, no habrá orbayu y la gente se volcará más en las terrazas. Lo de ayer, todavía, efectivamente, sin la bendición divina que aporta el jubileo y las banderas ondeando en la torre de la Catedral, fue un arranque frío y extraño, nunca visto. Empezar un San Mateo de jueves dejó cierta sensación de simulacro , apto para los más valientes y muy cómoda, por otra parte, para comprobar con calma si todo estaba a punto.

Lo que se podía ver ayer por la noche en las zonas de casetas después del pregón

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