A veces con una pala en la mano, otras veces con una bolsa de concentrado al hombro. Así transcurre el día a día de Santiago Rodríguez Montoya , un caleño que desde 2016 teje su camino entre la defensa animal, la acción comunitaria y el activismo ambiental.
Sin flashes, sin micrófonos, sin redes virales. Su escenario son los barrios del oriente de Cali, los refugios de animales en riesgo y las huertas donde niños en situación de vulnerabilidad aprenden a sembrar.
“ Empecé con una protesta contra los carretilleros. Fue lo primero. Después me metí al cuento del circo y ahí ya no hubo vuelta atrás ”, recuerda Montoya.
La manifestación, frente a la alcaldía, lo acercó a colectivos animalistas. Desde entonces, participa en rescates, jornadas de esterilización, ferias comunitarias y proce