Aún no había pasado un día de ocurrida la LP en la parte baja del cuando ya se veía a cuadrillas de trabajadores de la Secretaría de Obras y Servicios podando el pasto de los camellones, quitando ramas de los árboles, limpiando banquetas y pintando de blanco las columnas donde había grafitis.
Pero lo que no se podía quitar era el olor a chamuscado que prevalece en la zona. Tampoco algunos de los efectos que dejó la explosión y las llamaradas que ya dejaron un saldo de 8 fallecidos y 94 lesionados, con 22 en estado grave.
Al lado de la curva donde se volteó la pipa tipo salchicha con 49 mil 500 litros de gas, el pasto está quemado. Había además un casco de motociclista achicharrado y abandonado, una cartera con identificaciones que algunos inescrupulosamente manipularon, unos trapo