El hecho ocurrió alrededor de las dos en el domicilio de la denunciante, en la calle Los Altares al 4300 y el agresor fue liberado horas después desde la comisaría a la que había sido conducido tras resistirse incluso al procedimiento policial. Se decía que andaba armado con un cuchillo pero al ser palpado se descartó esa sospecha.

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