Las cosas cambiaron en la última década para Antonio Martínez, de 42 años. Bajo sus pies, los campos se secan. En su pueblo han comenzado a sufrir apagones que los dejan sin energía durante horas. Y sus viviendas se ven progresivamente rodeadas por grandes parques industriales que crecen con la llegada de un negocio desconocido hasta hace pocos años: los centros de datos. Antonio Martínez es uno de los últimos agricultores de Viborillas, El Marqués, una pequeña comunidad de apenas mil 500 habitantes en Querétaro .

Antonio Martínez ha presenciado el auge de los centros de datos. Foto: N+

Todo lo que Antonio Martínez conoció desde niño (las plantaciones de milpas y maíz, los pozos con agua para la siembra, los campos que se extendían hasta donde le alcanzaba la vista) se ha convertid

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