¡Hola a mis luminosos reflectores (reflexivos lectores)! Hoy estoy insomne… vivo muy lejos de la zona del desastre, que el miércoles pasado nos recordó que todo puede cambiar en un segundo.
No sé ustedes, yo siento este abismo esofágico. O sea, este hoyo en el estómago que se siente ante una tragedia donde nos tocó ser espectadores de una terrible noticia mientras otros están sumidos en el dolor.
¡Chale! Dios los salve y les calme, y «que el dolor no me sea indiferente», como cantaba la gran Mercedes Sosa. El show debe continuar y el chisme no para.
Tratando de entrar al tema de La Casa de los Famosos, yo siempre me hago las mismas preguntas y, de corazón, les pido me las resuelvan, si es que tienen las respuestas:
¿Por qué elige Gali las transparencias que enseñan chones? Yo ya no sé