Las ambiciones de colonizar Marte avanzan con rapidez gracias al desarrollo de la nave Starship de SpaceX y a los planes de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) para misiones tripuladas.
Sin embargo, el planeta rojo representa un desafío extremo: la radiación cósmica bombardea su superficie debido a la ausencia de un campo magnético protector . Esta condición transforma a Marte en un entorno hostil , donde incluso organismos resistentes podrían no sobrevivir si permanecen expuestos al exterior.
La intensa radiación, sumada a las tormentas de polvo y la amenaza de micrometeoritos , obliga a científicos europeos y estadounidenses a centrarse en soluciones subterráneas.
Su interés principal recae en los tubos de lava formados por antiguas erupciones volcánicas