Un equipo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad de Turín (Italia) ha descubierto que ciertas bacterias intestinales modifican directamente la actividad de las neuronas al tocarlas, un «paso pionero» en el estudio de la relación entre la microbiota y el cerebro.
El estudio, publicado en la revista ‘Scientific Reports’ (Nature Portfolio), ha consistido en desarrollar un modelo experimental que permite observar interacciones en tiempo real entre neuronas de la corteza cerebral de las ratas y la bacteria ‘Lactiplantibacillus plantarum’, presente en alimentos fermentados y reconocida por su potencial probiótico.
«Sabíamos que la microbiota puede influir en el cerebro, pero siempre a través de rutas indirectas, como el sistema inmune o la circulación