Más allá de las trincheras y el frente de batalla, un informe del Hudson Institute, un centro de análisis estadounidense, plantea llevar el conflicto a una nueva dimensión. La propuesta no se limita a objetivos tácticos, sino que dibuja una estrategia de alcance global diseñada para ahogar la maquinaria bélica del Kremlin. Entre las acciones más audaces se encuentra una posible ofensiva en la región moldava de Transnistria, para ganar una baza negociadora, o incluso ataques contra las bases de la Flota del Pacífico, en el extremo oriental de Rusia. Se trata de un planteamiento que busca ir un paso por delante del Kremlin, cuya doctrina militar se apoya en parte en el desarrollo de y disuadir de una escalada.

De hecho, la idea de atacar puntos tan remotos persigue un objetivo claro: obli

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