LONDRES (EFE).— El príncipe Enrique, hijo menor del rey Carlos III del Reino Unido y la fallecida Diana de Gales, concluyó ayer sus compromisos benéficos en su país de origen con un acto en un centro de jóvenes que lleva el nombre de su madre, tras reencontrarse con su padre por primera vez en 19 meses.

El duque de Sussex visitó el Diana Award, en el centro de Londres, para escuchar a jóvenes hablar sobre salud mental, un día después de tomar el té con su padre en Clarence House, la residencia habitual del monarca británico, en el primer encuentro privado que tienen desde febrero de 2024, poco después del diagnóstico de cáncer.

Posteriormente participó en un acto en la City, distrito financiero londinense, sobre Invictus, su organización de competencias para exsoldados heridos, en el que

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