Doce gramos. Es lo que pesa una cría de tortuga boba al nacer. Estos reptiles quelonios normalmente se reproducen en las costas del Mediterráneo oriental, donde está aumentando tanto la temperatura del mar como de las costas en las que nidifican. Y esta especie es altamente sensible a estos cambios, que provocan que nazcan menos machos, lo que podría tener un desenlace nefasto para la especie. Para evitar este destino, la boba ha empezado a colonizar el oeste, en busca de temperaturas más frías para reproducirse.
Hacia el oeste: un viaje para poner los huevos y salvar a 'los chicos'

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