Durante más de dos décadas, los ataques más sofisticados contra dispositivos móviles se han apoyado en una debilidad común: la memoria. Exploits utilizados por grupos especializados y herramientas de espionaje como Pegasus han aprovechado fallos en la gestión de datos para infiltrarse en los sistemas más seguros.
Con el lanzamiento del iPhone 17 , Apple asegura haber encontrado una solución estructural a este problema. Se trata de MIE (Memory Integrity Enforcement) , un mecanismo de protección que combina hardware y software para cerrar una de las puertas más antiguas de la ciberseguridad.
El nuevo sistema de seguridad no está orientado a detener malware común o virus masivos, sino a combatir el software espía mercenario . Estas herramientas, desarrolladas por empresas que cola