Puebla se convirtió en un escenario donde tradición e innovación dialogaron con fuerza, dando vida a momentos que confirmaron la riqueza y diversidad de la gastronomía latina. El Chile en Nogada , por ejemplo, fue uno de los platillos que mostró cómo nuestra cocina es mucho más que sabor: es relato de un territorio, eco de recetarios familiares y celebración de un mestizaje que encontró en Puebla una de sus máximas expresiones culinarias.
Esta certeza se hizo tangible durante Latino Gastronomic , celebrado del 4 al 7 de septiembre en Puebla. Por cuatro días, la ciudad se transformó en un epicentro de memorias y posibilidades, donde chefs con trayectorias reconocidas en el mundo —desde estrellas Michelin hasta guardianes de cocinas locales— compartieron la pasión de reinterpretar la