Bolivia ha convertido el oro en oxígeno financiero, recaudando casi mil millones de dólares mediante forwards y coberturas para evitar un default. La jugada alivia la crisis actual, pero carga al próximo gobierno con entregas, riesgos legales y sombras ambientales.

El oro se convierte en salvavidas

En un año con escasez de divisas y reservas menguantes, Bolivia recurrió a su activo más antiguo: el oro. El banco central firmó discretamente contratos a futuro, intercambiando promesas de lingotes mañana por dólares hoy. Entre mayo y agosto, operaciones sobre más de cinco toneladas de oro generaron casi 600 millones de dólares. Ventas anteriores elevaron la cuenta a unos 916 millones por 8,4 toneladas, según analistas.

El impacto fue inmediato. Las reservas subieron a unos 2.900 millones, l

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