Los tendidos de La Glorieta recobraron su habitual colorido y bullicio con la inauguración de la Feria Taurina de Salamanca. Familias, aficionados y curiosos se acomodaron en los asientos, mientras la brisa de la tarde anunciaba una jornada cargada de emociones. La corrida mixta de apertura, con Léa Vicens a caballo y las novilleras Raquel Martín y Olga Casado a pie, no solo ofreció un espectáculo taurino, sino también un motivo para contemplar la pasión y el entusiasmo de quienes se acercan a La Glorieta cada año.
La mirada desde el tendido permitió captar un mosaico de gestos: aplausos espontáneos, miradas expectantes, charlas animadas entre amigos y el inconfundible murmullo previo al primer toro. Cada grada, desde la sombra de las sombrillas hasta los rayos de sol que iluminab