El hallazgo de vasos sanguíneos preservados en la costilla de “Scotty” , el Tyrannosaurus rex más grande identificado hasta la fecha, ofrece una perspectiva única sobre la recuperación de heridas en los dinosaurios y transforma lo que sabemos sobre la fosilización de tejidos blandos .
Investigadores de la Universidad de Regina, en Canadá, detectaron estas estructuras en un fósil descubierto en Saskatchewan, un avance que, según Smithsonian magazine , podría revolucionar la comprensión de la biología de estos animales.
Un descubrimiento guiado por la curiosidad y la tecnología
Todo comenzó en 2019, cuando Jerit Mitchell , por entonces estudiante en la Universidad de Regina, examinó una ecografía de una costilla de Scotty, donde identificó una estructura inusual.
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