La suerte puede estar en cualquier lugar. A la vuelta de la esquina, comprando el pan o cogiendo, incluso, el coche. Son muchos los que juegan a las loterías y apuestas con la mirada puesta, si la diosa fortuna quiere, que les toque un pellizco con el que afrontar con tranquilidad algunos años de vida.

La fortuna , o suerte como algunos lo llaman, siempre es esquiva . Nunca toca cuando uno más quiere. Sin embargo, está claro que cuando compras tienes siempre alguna, por muy pequeña que suene, alguna posibilidad.

Todo el mundo que ha comprado un rasca , siempre ha pensado que le podría tocar algo. Por muy pequeño que sea, con recuperar el importe del cartón vale. Sin embargo, un hombre de Italia no solo tuvo la suerte de obtener el premio en uno, sino que, al ir a

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