En el corazón del Puerto de la Cruz , allá por 1949, veía la luz Hortensia Hernández Pérez , la mujer que reescribiría para siempre los anales del automovilismo en Canarias . A sus 75 años, su nombre se ha quedado para siempre en el imaginario colectivo de quienes la contemplaron. Es la mujer que desafió todas las convenciones, se enfundó un casco y se adueñó del volante en una era en la que el deporte apenas concedía espacio al género femenino.
Su biografía se atraviesa por un hilo conductor ineludible: el motor. Nacida en el seno de una familia íntimamente ligada al universo del automóvil –su padre lideraba la empresa familiar de representaciones de marcas y su hermano mayor ya surcaba el asfalto como piloto–, Hortensia no tardó en empaparse de aquella atmósfera embriagadora