Defensores de derechos humanos, expertos legales y reformadores de políticas de drogas condenan enérgicamente el reciente ataque militar estadounidense que destruyó una embarcación en aguas cercanas a Venezuela, resultando en la muerte de sus ocupantes. Aunque la administración de Donald Trump justificó la acción como parte de su estrategia antidrogas, los críticos la describen como una ejecución extrajudicial sin precedentes y carente de justificación legal.
Sarah Yager, directora de Human Rights Watch en Washington, calificó el ataque como una peligrosa escalada. «Abordo esto con una profunda preocupación por el Estado de derecho», declaró Yager en una videoconferencia. «Este presidente cree que puede matar a cualquiera, en cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia, sin tener que ju