La confrontación entre Luis Bueno y Juan Figuera se parece un poco a los conflictos en el medio oriente, nunca parece terminar.
Uno de frente y otro de soslayo, donde pueden y cuando pueden muestran su rivalidad, sin importar lo que puedan pensar los demás ni la necesidad de que hagan yunta política.
La hostilidad creciente y reiterativa, denota la escasa posibilidad de que aun siendo opositores y estando en el mismo barco, algún día puedan unificar esfuerzos.
Lo más curioso es que cualquiera de los dos siente y piensa tener la razón, y son valiosos y reconocidos dirigentes.
El próximo es un capítulo más de una extensa y enconada animadversión.
A quienes dicen que el tiempo le dio la razón a Juan Figuera, les diré que Juan Figuera está bien salido de tiempo, está desfasado de la reali