El frágil equilibrio político de Sudán del Sur volvió a quebrarse este jueves, tras la acusación formal contra el vicepresidente Riek Machar por asesinato, traición y crímenes contra la humanidad. El detonante de esta ruptura fue el asalto ocurrido entre el 3 y el 7 de marzo a una base militar en Nasir (estado del Alto Nilo) por parte del llamado Ejército Blanco. Esa es una milicia compuesta en gran medida por jóvenes de la comunidad nuer, a la que pertenece Machar. El ataque dejó más de 250 soldados muertos (incluyendo un general) y concluyó con en el derribo de un helicóptero de Naciones Unidas que intentaba evacuar a militares heridos.
El ministro de Justicia, Joseph Geng Akech , sostuvo que los hechos constituyeron "graves violaciones de las Convenciones de Ginebra y del derecho i