El tramo de precios más bajo, por debajo de 200.000 euros, está copado por viviendas con restricciones para su uso y disfrute

El encarecimiento de la vivienda no se detiene y contagia a las casas más problemáticas del mercado. Piso de cuatro dormitorios en el barrio de Moratalaz, en Madrid. Se piden 210.000 euros. Su anuncio invita a no desaprovechar “esta excelente oportunidad”. Solo se muestra una fotografía de la fachada y más abajo uno comprende que se trata de un piso que no está disponible. “No se puede visitar, ni tasar ni hipotecar. Se tiene que comprar pagando al contado y el comprador asume la tarea de la desocupación ”.

Hay cientos de inmuebles así, sobre todo en las grandes urbes, y no solo ocupados. También se comercializan pisos con cargas, en subasta, con inquilino o con

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