Durante muchos años, uno de los argumentos centrales a favor de Bitcoin fue su supuesta falta de correlación con los mercados financieros tradicionales. Se le veía como un activo no convencional, un refugio seguro o un " oro digital" que se movería de forma independiente, sirviendo como un valioso diversificador en una cartera de inversión . La idea de que su valor no estaba atado a las fluctuaciones del S&P 500 o del Nasdaq era un pilar de su narrativa. Sin embargo, en los últimos tiempos, una tendencia ha comenzado a desafiar esta premisa: la creciente y, para muchos, preocupante correlación de Bitcoin con las acciones de empresas tecnológicas .
Esta correlación no es una coincidencia, sino un síntoma de la evolución del ecosistema de las criptomonedas. A medida que Bitcoin ha