Minutos antes de que una pipa de gas explotara en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, Alicia Matías Teodoro compartió lo que, según usuarios en redes, se convertiría en su última imagen con vida.

La mujer, de 49 años, tomó una selfie junto a su nieta Azuleth , de apenas dos años, y la envió a un chat familiar. Sonreía con la niña en brazos, sin imaginar que, apenas diez minutos después, el fuego transformaría su cotidianidad en tragedia.

Esa fotografía, que desde entonces circula en redes sociales, es ahora uno de los testimonios más conmovedores del accidente ocurrido el 10 de septiembre. Representa no solo los últimos momentos de tranquilidad entre abuela y nieta, sino también el vínculo de amor inquebrantable que las unía.

Alicia trabajaba como checadora de combis en la

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