Un agente de la Guardia Civil de Monesterio (Badajoz) ha sufrido meses de calvario y lucha por defender sus derechos. Una consulta en la base de datos del Cuerpo fue el motivo de la apertura de un que casi acaba con su expulsión del Instituto Armado. Cinco meses de batalla que ya han finalizado con una resolución.
Este funcionario fue defendido en todo momento por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Badajoz. Indiciariamente los hechos fueron catalogados de falta muy grave por un acceso indebido a la base de datos SIGO de la Guardia Civil. El General Auditor de la Asesoría Jurídica del Cuerpo, así los catalogó.
Según explican desde AUGC, gracias al buen hacer de la comandante instructora del expediente y a la total colaboración del expedientado, quedó de manifiesto