La experiencia nos señala que los lapsos para los arreglos de pleitos interestatales conllevan implícitos sus propios ritmos y dinámicas.
Nosotros ni aceleraremos ni retrasaremos un proceso de tal naturaleza; lo que si considero y estamos seguros es que no tenemos tiempo que desperdiciar. Contrariamente, hay que aprovechar al máximo todo cuanto esté a nuestro alcance para reforzar los argumentos de probanza y las próximas alegaciones que nos corresponderán ante la Corte Internacional de Justicia; siempre y cuando el jefe de Estado determine – conforme al artículo (236) de la Constitución Nacional— otras comparecencias de la delegación venezolana por ante ese Alto Tribunal de la ONU.
Si antes de 2015, en condición de nación pobrísima, Guyana se apoyaba en los aportes dadivosos suminis