El envejecimiento saludable depende en gran medida de los hábitos alimenticios. Mantener una dieta adecuada no solo influye en la salud física, sino también en la autonomía y el bienestar cognitivo de las personas mayores.

A partir de los 60 años, el cuerpo experimenta cambios como la pérdida de masa muscular, aumento de grasa corporal y alteraciones en el gusto o el olfato. También es común enfrentar dificultades para masticar o tragar, lo que, sumado a la presencia de enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes o los problemas cardiovasculares, hace más complejo mantener una nutrición equilibrada.

Los expertos recomiendan realizar evaluaciones nutricionales periódicas para identificar riesgos de malnutrición y adaptar la dieta a las necesidades individuales. Esto incluye aj

See Full Page