El turbio fallo de la Conmebol sobre el suspendido partido entre Independiente y Universidad de Chile por la Copa Sudamericana, que dejó fuera de competencia al equipo de Avellaneda, sienta jurisprudencia sobre una forma hasta ahora inimaginable, pero muy audaz y efectiva, de ganar partidos en los escritorios de torneos continentales: introducir hinchas rompebaños en los partidos de visitante que obliguen a suspender el encuentro, para luego acudir a la Comisión Disciplinaria a denunciar que el local es responsable de no sujetar con suficiente firmeza los mingitorios de los baños, permitiendo que sus simpatizantes los extraigan y arrojen contra los plateístas locales más cercanos.

“No fijar con contundencia los mingitorios en los baños del sector de visitantes de un estadio es, indudablem

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