Esta vez sí se pudo festejar. Los Pumas volvieron a sufrir en el final, pero estuvieron más fríos para cerrar el partido en el Allianz Stadium de Sídney sin que Australia los pusiera contra las cuerdas como la semana pasada en Townsville.
Argentina ganó 28-26 tras un primer tiempo extraordinario y un segundo tiempo con adversidades -una amarilla y nuevamente fallos arbitrales poco claros- que fueron sorteadas con éxito y también con una dosis de sufrimiento por los dirigidos por Felipe Contepomi. Otra vez, como sucedió en 2024, el equipo nacional llegará a los últimos dos partidos del Rugby Championship con chances de pelear por el título.
Los Pumas ajustaron clavijas y empalmaron exactamente con lo mejor del primer partido , el que terminó mal hace exactamente una semana.