La salud pública en México atraviesa uno de sus momentos más críticos. A pesar de que la ciudadanía ha exigido de manera constante que se dote a los hospitales y clínicas de equipo, medicinas y personal suficiente, el gobierno de Morena ha ignorado esas voces. No solo no ha corregido su criminal omisión, sino que ha permitido que, tras siete años sin mantenimiento adecuado, las instituciones de salud se encuentren en peores condiciones que antes.
Camas oxidadas, quirófanos cerrados, escasez de medicamentos y médicos que deben trabajar en condiciones inhumanas son el reflejo del abandono sistemático de un sistema que debería ser pilar de bienestar para las y los mexicanos.
La tragedia del puente La Concordia, en la Ciudad de México, es una muestra dolorosa de esta realidad: decenas de her